Cada viaje empieza antes del aeropuerto: frente a la maleta abierta. Saber empacar puede cambiar por completo tu experiencia. Menos peso significa más libertad. Más estrategia significa menos imprevistos. Empacar bien es un arte silencioso que te permite enfocarte en lo que verdaderamente importa: disfrutar del destino.
1. Planea outfits completos, no prendas sueltas
La clave está en pensar por combinaciones, no por piezas. Arma looks que puedan mezclarse entre sí y funcionen en distintos escenarios: desde una reunión de trabajo hasta una cena con amigos o en pareja. Apóyate en tonos neutros con uno o dos acentos de color.
El truco está en las capas: una chamarra ligera, un suéter delgado, una camisa que puedas usar sola o con algo debajo. Si una prenda no entra mínimo en dos outfits, mejor déjala en casa.
2. Lleva máximo tres pares de zapatos (uno de ellos, puesto)
No necesitas más. Un par cómodos y neutros –tipo sneakers minimalistas o mocasines–, otro más casual y otro más formal, según el destino. El que uses para volar debe ser versátil, fácil de quitar en seguridad, y capaz de aguantar largas caminatas.
Evita empacar botas pesadas, a menos que el viaje lo justifique totalmente –como un destino de nieve–. Los zapatos ocupan espacio y peso; elige con intención.
TIP: Procura guardar los zapatos con horma o rellénalos con papel de seda (es el papel en el que vienen envueltos en su caja cuando los compras), para evitar que se deformen.
3. Neceser eficiente y aprobado por seguridad
Aquí no se trata de llevar tu baño entero. Arma un neceser inteligente con productos multitask: un limpiador que también desmaquille, una crema que funcione para cara y manos, protector solar con color.
Lleva frascos de 100 ml o menos, idealmente en un estuche transparente con cierre. Esto acelera tu paso por seguridad y te ahorra sorpresas.
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4. Ropa que no se arrugue ni se manche fácilmente
Evita planchar en vacaciones. Busca prendas de secado rápido y que no se arruguen con facilidad.
El elastano, la viscosa y el poliéster reciclado de alta calidad son grandes aliados.
5. Un bolso de mano que sea tu base de operaciones
Este no es sólo un bolso: es tu centro de control en tránsito. Debe caber tu pasaporte, cargador portátil, audífonos, snacks, pluma, y una pequeña libreta si aún eres de los que prefieren el papel.
Idealmente con varios compartimentos, una correa cruzada o asa corta, y un diseño que puedas llevar tanto a una reunión como al brunch del día siguiente.
Busca materiales resistentes al agua, ligeros y con cierre de seguridad.
TIPS GENERALES
No olvides llevar a la mano:
- Pasaporte o Identificación oficial
- Dos plumas (por si una falla o alguno de tus acompañantes no trae)
- Cables y cargadores de teléfono y computadora
- Adaptador de corriente para otros países
- USD Data Blocker (permitirá que cargues tu teléfono desde cualquier puerto USD público sin que tus datos estén en riesgo de ser jaqueados)
- Humectante para labios
- Desinfectante de manos
- Un termo vacío –establecimientos como Starbucks te lo rellenan (sin costo) con agua potable.
- Carga en tu teléfono o Tablet una película o algunos capítulos de tu serie en turno, en caso de que no te guste lo que ofrece el entretenimiento a bordo.
- Analgésicos tipo Tylenol y antiácidos –¡más vale prevenir!
Recuerda que la TSA puede multarte hasta con 17,000 dólares si detecta que llevas baterías de litio o pilas alcalinas en el equipaje documentado.
No se trata de llevar poco, sino de llevar lo correcto. Cada prenda, cada accesorio, debe justificar su espacio. Viajar con menos peso libera espacio mental; y cuando no tienes que pensar en qué ponerte, puedes concentrarte en lo que importa: vivir el viaje.
Si conoces a alguien que siempre empaca de más, compártele este artículo.
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