Por Polina Colette
Un show, un viaje personal y plural: la mirada masculina y la femenina, las rupturas del canon y la autenticidad dramática del impresionismo, todo contado con pinceladas que siguen generando revolución en los sentidos. Explora esta inédita exhibición en el museo Legion of Honor de San Francisco.
Hasta el 1 de marzo de 2026.
El encuentro que enciende el arte moderno
La exposición es un recorrido visual por 15 años de complicidad creativa —de 1868 a 1883— en los que Édouard Manet y Berthe Morisot no sólo compartieron miradas y pinceles, sino también una visión que rompía con las formas establecidas.
Con obras traídas desde museos y colecciones privadas, este proyecto se articula como un intercambio de iguales: artistas que se influenciaron profundamente, sin jerarquías.
Además, esta exhibición no podría llegar en mejor momento: marca el broche de oro del centenario del Legion of Honor, reafirmando que la modernidad no comenzó con escándalo, sino con valentía y una enorme sensibilidad visual.
Nuestro Top 5 de piezas imperdibles de Manet & Morisot
“El balcón,” 1868-69
Óleo sobre lienzo, 170 x 125 cm
Musée d’Orsay
© RMN-Grand Palais / Art Resource, NY
“Berthe Morisot con un ramo de violetas,” 1872
Óleo sobre lienzo, 55.5 x 40.5 cm
Musée d’Orsay
© RMN-Grand Palais / Art Resource, NY
“Día de verano,” ca. 1879
Óleo sobre lienzo, 45.7 x 75.2 cm
Legado de Sir Hugh Lane, 1917, The National Gallery, Londres. En colaboración con Hugh Lane Gallery, Dublín.
Imagen cortesía de The National Gallery, Londres
“El ferrocarril,” 1873
Óleo sobre lienzo, con marco: 93.3 x 111.5 cm
National Gallery of Art, Washington. Donación de Horace Havemeyer en memoria de su madre, Louisine W. Havemeyer, 1956.10.1
“Vista de París desde el Trocadero,” 1871-1873
Óleo sobre lienzo, 45.97 x 81.53 cm
Santa Barbara Museum of Art, Donación de la Sra. Hugh N. Kirkland, 1974.21.2
Asistir a Manet & Morisot en Legion of Honor es simplemente un plan perfecto, porque no es una exhibición más. Es una revelación que te coloca en el epicentro de una amistad artística que desafió el statu quo y enseñó que la revolución no necesita ser estridente: a veces, basta con una pincelada franca, un retrato que rompe silencios, un color que te haga clic.
Si aún no tenías planes para este fall-winter get-away, aquí tienes uno que transformará tu mirada, despertará tu curiosidad y pondrá tu equipaje en modo cultural. Porque hay viajes que brillan (en tu memoria y en tu estilo).
- Lugar: Legion of Honor, 100 34th Avenue, Lincoln Park, San Francisco
- Cuándo: Del 11 de octubre de 2025 al 1 de marzo de 2026
- Precio: 17–20 dólares
3 recomendaciones para completar tu visita a San Francisco
1. Seal Rock Inn: comfort food con brisa del Pacífico
A pocos minutos del Legion of Honor, Seal Rock Inn Restaurant ofrece ese tipo de comida que no intenta impresionar, pero termina conquistándote. Hamburguesas jugosas, club sándwiches bien armados, fish & chips crujientes o una clásica lasaña horneada: todo sabe a cocina casera con porciones generosas. La terraza con vista al océano es un plus inesperado. El lugar mantiene una vibra relajada, con atención amable y cero pretensiones. Si buscas una opción tranquila para comer o cenar después del museo, este spot es una apuesta segura que equilibra sencillez, sabor y ubicación.
2. Un paseo con historia (para quienes van por primera vez):
Después de salir del Legion of Honor, no corras de vuelta al hotel. Aprovecha que estás en Lincoln Park y camina el sendero costero que conecta con Lands End Lookout. Es corto, escénico y te regala una postal del Golden Gate que parece salida de un catálogo de viaje (porque sí, lo fue).
3. El Mansour: una cena que viaja directo a Marruecos
San Francisco es una de las ciudades más cosmpolitas y gastronómicamente premiadas de Estados Unidos, y El Mansour es una joya escondida en el Outer Richmond. Aquí no sólo comes, entras en una experiencia: lámparas de filigrana, cojines bordados, aromas especiados y música en vivo con danza del vientre. El menú es un recorrido clásico por el norte de África: tagines, cuscús, cordero y pastilla con un equilibrio perfecto entre dulzura y salado. Ideal para una cena lenta, envolvente, con servicio atento y ritual incluido: las manos se lavan con agua de azahar. Sí, es todo un viaje —sin tomar el avión.
GO FOR IT! BONUS:
Antes de dejar San Francisco hay una parada que es simplemente un no negociable: el Lotus Biscoff Coffee Corner en Pier 39, la casa oficial de la galleta consentida de las redes sociales. El único en Norteamérica, pequeño, pero lleno de historia, importa directamente desde Bélgica las galletas que nacieron en 1932 de la mano de Jan Boone Sr., un panadero que convirtió la especia y lo crujiente en arte. Aquí todo gira en torno a ese icónico sabor: cafés coronados con crumble dorado, postres dignos de repetir y esa sensación de guilty pleasure que, aceptémoslo, nos encanta tener.
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